Y la baldosa rompe, la fuerza ha llegado a ella y junto con esto un dibujo de sangre se plasma en el aire. Es curioso como las leyes físicas pueden crear algo tan bello. Sangre, dibujando la rabia que sientes, el cansancio, la infelicidad. Hoy miro mis heridas, y pienso. Estoy cansado de esta maldita situación que yo elegí. Porque el consejo llega cual foco de luz en la mismísima oscuridad. Porque pienso una y otra, y otra vez, y cada vez le encuentro menos sentido. Porque solo una pregunta me ayudaría, pero esa pregunta, no la puedo contestar, tiene cierto tono retorico, pero cada vez me encuentro más cerca de esa respuesta, cada vez menos equivocado, cada ves menos ciego, pero cada vez, más dolorido. Me puede la razón al corazón. Pero ahora, parece que la razón se arrepiente de haber emprendido esta batalla, se da cuenta de que sus ideales no tienen sentido, y que emprendió una batalla para evitar la paz entre ambos bandos. Pero ahora empieza la real batalla, cuando los dos bandos se alían, y todos los ideales, y la EMPATÍA se va tomar por el culo. El único ideal que importa es el amor que siento por ti, y el odio que siento por todo.
Porque cada vez que pienso en una cara de payaso, diciendo por su boca restos de mi vida, los restos más importantes en tres años, restos que he guardado debajo de almohada y que he abrazado y escondido tontamente por no hacer daño, salen, y no por mi, si no por la boca ignorante. Gracias a la verdadera amistad, ayer, fui capaz de ver lo que pasaba y cada vez, agradezco más al mundo por lo que me ha dado, por esos compañeros de batalla, que me ayudaron a dar el primer paso en esta horripilante guerra, compañeros que me clavaron una lanza en el corazón, y me salvaron la vida, compañeros que me acompañaron lejos, lejos, muy lejos de ese lugar donde el bufón ríe, y yo, inútil de mi, no puedo pararle ese maldita risa, risa que resuena en mi cabeza una y otra vez.
La razón de mi vida eres tu, y no voy a dejarte escapar, ni mucho menos ahora, ideal de razón , ideal de amor. Y romperé los huesos de un corazón sucio, y clavaré una daga en esa ignorante risa, y vengaré lo hecho. Pero ten por seguro princesa, que a ti, no te haré daño, si no a ese bufón.
A la mierda la empatía, TE QUIERO.
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